El pánico empezó a apoderarse de mí.
Bien.. no podía ser tan malo, es decir, Heath era Heath, el chico apuesto y amable aunque en algunas ocasiones un poco estúpido y arrogante que había sido mi amigo desde que.. pues desde que tengo conciencia creo, capitán del equipo de futbol de mi antiguo instituto, el era uno de los pocos que no me consideraba extraña y se alejaba de mi como casi todos los demás, no, siempre estuvo allí, y con el paso del tiempo.. Nuestra amistad cambio un poco, a veces me preguntaba ¿Por qué yo?, es decir, Heath tenía montones y montones de chicas entre las cuales escoger, ¿Por qué elegir a la friqui de la que todos se alejaban?-suspire-En momentos como ese me sentía como una completa basura de persona, el era tan.. simplemente una de las mejores personas que había aparecido en mi vida y yo.. un maldito fenómeno que le había hecho algo completamente atroz.
Lance una mirada hacia el reloj, cuatro en punto, muy a mi pesar me levante de la cama y entre al baño, que día gracias adiós fuera privado ya que hubiera sido bastante molesto haber tenido que salir de mi habitación y encontrarme con mi padre o mi madre.
Me despoje de mis ropas y entre en la ducha, en la que dure unos quince minutos, seque y envolví mi cuerpo en una toalla, entre nuevamente a mi habitación y saque una camisa blanca de “I love New York”, que mi madre me había obligado a comprarme en un festival al que habíamos ido, y unos vaqueros negros. Peine mi cabello y lo deje suelto para que se secara, me puse los primeros converse que encontré en el piso, eran un poco viejos, pero eran negros y combinaban.
Me mire en el espejo, no me veía del todo mal, aunque el que mis ojos siguieran siendo del mismo azul frio como el hielo de la mañana no ayuda mucho. Bien, supongo que ya estaba lista, tome mi celular y un poco de dinero que guarde en el bolsillo trasero de mi pantalón, eran las cuatro treinta asi que probablemente podría comer algo antes de irme, casi automáticamente la palabra “sangre” apareció en mi cabeza. Quizás si era necesario, después de todo iba a ver a Heath, y no me gustaría hacer algo que lo pusiera en peligro, no otra vez.
Baje y entre a la cocina, empecé a revisar cajones y gavetas, en busca de la sangre o algo que se le pareciera. Escuche como alguien más entraba en la cocina pero no quise voltear.
-¿Qué estas buscando Bianca?.- pregunto mi madre, que empezaba a acercarse a mi.
-Solo un poco de.. Comida.-Ella sonrió, y aparecer entendió bien lo que dije porque enseguida abrió la nevera y saco un frasco que contenía algo rojo, era fácil adivinar su contenido, sangre…
Después de comer con mi madre mirándome fijamente, algo que me estaba poniendo nerviosa, fui al baño un momento y al salir me la encontré por el pasillo.
-Yo.. debo irme ya, regreso al rato.-medio sonreí.
-Oh. De acuerdo entonces.-ella no parecía muy convencida.- se cuidadosa Bianca.
-Seguro.- yo tampoco estaba muy convencida, pero a estas alturas ya no podía echarme para atrás.
Salí de casa y empecé a caminar, el parque no quedaba muy lejos de mi casa, como a unos diez o quince minutos andando lo que era tiempo suficiente.
Llegue y para mi sorpresa, me encontré con que había varias personas, una familia con sus hijos, y algunos adolescentes, seis en total, tres chicos y tres chicas, que se quedaron mirándome ¿eso acabaría algún día?-suspire- trate de ignorarlos y me senté en una de las bancas a esperar. Aun faltaba un poco de tiempo antes de la hora acordada.
Escuche unos pasos detrás de mí y segundos después un chico estaba sentado junto a mi, deja bu, o genial lo único que faltaba es que al día siguiente me encontrara con que estudiábamos en el mismo lugar.
-Soy Adam.-sonrio.-¿Qué haces aquí tan sola?
-Espero a alguien.-sonrei también. No había porque ser tan descortés, supongo.
-Oh si? A qui..?
El chico no pudo terminar, en eso momento sentí una mano en mi hombro.
-A mi.-Levante la vista y me encontré con unos ojos azules, era Heath.-Bee,ven conmigo.-Sonrio y luego miro a “Adam”.-lo siento chico, quizás la próxima vez.-rio un poco, y casi sin dejarme hacer o decir nada jalo mi mano y empezamos caminar hacia uno de los bancos más apartados.
-¿Qué tal estas?.-pregunto, no era muy consciente de ello pero.. Nuestras manos estaban entrelazadas.
-Pues..-no pude terminar de responder tiro de mi brazo y me atrajo hacia su pecho. “Sangre” fue la única palabra que ocupo mi mente en ese momento el deseo que sentía hacia ella era inexplicable, su olor era tan embriagante,y el calor que emenaba su cuerpo solo me atraia más hacia el, rodee su cintura con mis brazos y levante la cabeza, el me miraba, yo conocía esa mirada, era la misma de la ultima vez, el estaba.. ignotizado,su rostro y el mío a muy escasos centímetros, nuestros labios comenzaron a acercarse-¡NOOO!.-aulló una voz quebrada, provenía de mi mente, pare en seco. ¿Qué demonios estoy haciendo?, maldición.
Desdice nuestro abrazo y me aleje varios pasos de el, primero me miro confundido, pero luego pareció regresar a la normalidad.
-¿Qué fue lo que..?.- no termino, solo suspiro y luego se sentó en la banca.-Bien.. eso fue extraño.
-Lo se.-asenti desde donde estaba, tratando de mantener un distancia considerable entre nosotros.-¿Cómo está tu cuello?.-pregunte irónicamente, fue lo único que se me ocurrió decir. Sin embargo al hacer esa pregunta no pude evitar pensar en cómo sabría su sangre, bien Bianca tienes que detenerte ahora y calmarte a menos que quieras cometer otra acción de la que luego terminaras arrepintiéndote, me dije.
-Supongo que bien.-medio sonrió.-aunque aun no logro entender que fue lo que paso.-¿tu recuerdas algo?.
-No, nada de nada. -mentí. El suspiro y de repente me miro fijamente.-te extrañe.- oh no, no otra vez.
-También.. yo.- trate de sostener su mirada. Tenía que mantener la conversación lo más alejada posible de cualquier cosa que tuviera que ver con un “nosotros” a menos que quisiera que todo se saliera de control, otra vez.-Heath.. esto.. seguro que no recuerdas nada de esa noche?.- unos ancianos que iban pasando por nuestro lado abrieron los ojos como platos ante mi comentario, genial lo que faltaba, que esos viejos se estuvieran haciendo ideas equivocadas, suspire.
-nada Bee, y cuando te digo nada es NADA, es como si.. alguien hubiera borrado de mi cabeza a voluntad solamente lo que sea que haya sucedido en ese momento.
-Es un poco frustante.-confese, no es que a mí no me beneficiara el que el no recordara nada, pero se me hacia extraño que no lo recordara así como así.
-¿Qué tal tu nuevo instituto?.-Bien.. creo que ya me había calmado o suficiente y no estaba respirando así que muy cuidadosamente me senté junto a él.
-No es tan.. Patético, supongo que podre acostumbrarme, o eso espero, aunque desearía que todos dejaran de mirarme como si fuera de otro mundo.-reí un poco ante lo irónico que sonó eso.
- tan fatalista como siempre.- sonrió. Parecía que en vez de solo días sin vernos hubieran pasado meses, abrían sido pocos días, pero pocos días en los que sucedieron muchas cosas..
-¿Qué tal esta Megan? ¿sabes algo de ella?.-pregunte juntando mis manos y apoyando los codos en mis piernas. Ella había sido una de las que como Heath, había sido una de mis pocos amigos, verdaderos almenos. Un poco egocentrista y creída quizá, pero al fin y al cabo buena persona. Sonreí un poco al recordarla, de ella si llevaba bastante tiempo sin saber, ya que luego de que cumpliera los catorce su madre fue transferida a otra parte de la ciudad y al ser tan repentino ni siquiera se nos ocurrió como hacer para comunicarnos en un futuro, esperaba al menos que estuviera bien, era una chica un poco.. como decirlo, ingenua.
-Se tanto sobre ella como tu.- hizo una mueca.
-Ya veo.-suspire.-aun no has comenzado en el instituto de nuevo?.
-No, hasta la semena entrante.
-¿ultimo año eh?.- Heath ya tenía diecisiete, pronto dieciocho, por lo que ya estaba en su último año de instituto, era un estudiante bastante bueno así que dudaba realmente que le costara conseguir entrar en alguna universidad.
-Pronto tendré que ver en qué universidad quieren aceptarme..-medio rio.
-No creo que se te haga complicado, es mas apuesto a que lo conseguirás fácil.-asegure.
-Eso espero.-sonrio.-¿Estás bien?.-pregunto repentinamente. No comprendí a que venía su pregunta. Lo mire confundida.-Llevas todo el rato evitando..esto..bueno, que nos acerquemos.- maldición, si lo había notado.-¿pasa algo?.
Oh no, claro que no pasa nada, solo que si llegamos a acercarnos yo podría terminar perdiendo el control y terminaría matándote, pero no te preocupes, no es nada de qué preocuparse.-pense con sarcasmo..
-¿de qué hablas? Todo está genial, de hecho me alegro de que hayamos podido vernos otra vez pero..-piensa rápido.-mi madre está un poco sensible y salí de casa sin decirle nada así que si no regreso pronto podría meterme en problemas.- suspire, de acuerdo Bianca, mientras más rápido lo hagas y no respires todo estará bien. Fuí acercándome a él con la intención de besarlo velozmente e irme de allí, sin embargo mis planes se atrofiaron cuando nuestros labios se tocaron, era como si estuviera empezando a caer en una especie de frenesí.
-Heath… enserio…. tengo que irme.-murmure entre sus labios con la poca dosis de coherencia que me quedaba antes de perder por completo el control.
-Lo sé.- maldición, esto no está bien, detente YA Bianca, una cosa era lo que mi cabeza exigía y otra muy distinta lo que mi cuerpo hacia. Repentinamente y casi como un balde de agua fría en mi mente apareció la imagen de unos oscuros ojos verdes con expresión acusatoria, pare en seco, y con la poca conciencia que logre conseguir en ese momento me separe de Heath.
-Lo siento Heath.. yo.. llámame en la noche.- fue lo único que pude decir antes de salir huyendo como perro asustado. Aun no conseguía entender que demonios fue lo que me sucedió hace un momento, ¿Por qué esa mirada había aparecido en mi cabeza? De hecho me parecía conocida, MUY conocida, esos ojos era iguales a los de.. Lucas. ¿Por qué demonios eso hizo que me detuviera y entrada en razón de manera tan radical en un momento como ese?..Lamentablemente no tenia respuesta a nada de eso..-suspire, tenia la respiracion algo acelerada.
Me limite a tratar de caminar al paso más normal y relajado que me fue posible de regreso a casa, tratando de calmarme y olvidar lo que habia pasado, aunque fue en vano, esos ojos seguian rondando por mi cabeza y aun no lograba olvidar del todo el olor de la sangre de Heath.. Yo era sin duda: un completo fracaso y mi vida era un total y rotundo ASCO..
Espero que les haya gustado :)
domingo, 7 de febrero de 2010
#Capitulo6: ¿Imposible?, no tanto (II)
Publicado por Kris en 19:38 5 comentarios
domingo, 31 de enero de 2010
#Capitulo6: ¿Imposible?, no tanto.
Nota: Se que tuve este blog descuidado por casi un mes, y lo siento mucho u_u es que el instituto me tiene realmente ocupada, de verdad mis más sinceras disculpas, espero que por este inconveniente no dejen de leer si?, en fin gracias por hacerlo, y de nuevo disculpenme. Espero que les guste el cap *-*
Un Beso.
Al principio no supe quien era pero cuando dejo de darme la espalda y le vi el rostro la sorpresa me invadió por un momento, era .. Chace.
Por un momento pensé que todo iba a estar bien y que no iba a pasar nada, pero en cuanto estuve sentada a su lado todas esas especulaciones quedaron hechas añicos. Otra vez ese maldito deseo de sangre. Aunque casi instantáneamente detuve mi respiración me había tardado demasiado, ya que todo el olor se arremolinaba a mi alrededor, si no hubiera sido por la “sangre” que ingerí en la hora de recreo probablemente en ese momento estaría teniendo muchos problemas.
Ni siquiera me atrevía a mirar a Chace, tenía la mente casi en blanco, sin embargo una pregunta inesperada apareció en ella ¿Por qué había tenido esa reacción tan extraña cuando Amy apareció ante nosotros?, de alguna manera sentía curiosidad y quería preguntárselo, pero estaba casi segura de que si abría la boca, sería el fin, así que opte por no tentar mi suerte, si es que puede llamársele así.
La profesora comenzó a hablar sobre lo que, desde mi punto de vista, sería completamente inservible para cualquiera de los que estaban en esa sala en un futuro. Así que no le preste mucha atención, y me concentre en no respirar, ni hacer contacto visual con nadie, lo que era un poco difícil cuando estabas sentada de una mesa que se encontraba en todo el medio del aula y casi todos tenían un ángulo perfecto del que mirarte, aunque esta vez no sentía por completo la fuerza de las miradas sobre mí, sino más bien sobre Chace a quien estuve a punto de mirar también pero -no lo hagas-dijo una voz en mi cabeza muy tenuemente, así que no estuve segura de si más bien no me lo imagine, el tono había parecido un poco alarmante así que preferí obedecer. ¿Por qué no podía mirarlo? ¿Perdería el control o algo así?.
Casi sin darme cuenta la clase ya había terminado, la profesora estaba diciendo algo pero nadie le prestaba atención, parecían más interesados en guardar sus cosas para irse rápido de allí. Y Ahora que lo notaba el no me había dicho ni una palabra durante toda la clase, lo cual fue un poco extraño, después de todo éramos algo así como conocidos no?, en parte agradecía el que no me hubiera hecho hablar pero.. En ese momento aunque mi cerebro me repitiera una y otra vez que no lo hiciera, no pude evitarlo.
-hola- idiota, idiota, idiota, sentía como si tuviera esa palabra tachada en la frente en muy grandes letras de colores chillones, porque asi era como me sentia en ese momento una completa idiota, el aire comenzaba a faltarme y tuve que dejar de retener mi respiración, el cuerpo se me puso completamente rígido , el olor era tan concentrado que era casi embriagante, sentía que la cabeza me daba vueltas y..
-qué tal?.-al encontrarme con unos ojos verdes escrutándome salí del extraño transe en el que me encontraba, sin embargo ya casi no podía hablar, era como si mi garganta fuera el desierto, completamente seca.
Cuando estuve a punto de intentar hablar para responderle sentí una mano en mi hombro, levante la vista y me encontré con unos grandes ojos azules, era Amy, que enseguida desvió su vista de la mía hacia la de Chace, y de nuevo ocurrió lo mismo de la mañana, ellos solo se miraron, y solo había una palabra para describir lo que sus ojos reflejaban: odio.
Repentinamente Chace me miro, o escaneo seria una mejor definición y luego salió del aula sin decir nada, ¿Qué sucedía con ese chico? ¿sufria trastornos de bipolaridad o algo así?
-¿Qué fue lo que..?-apenas pude articular, mi garganta no daba para más.
Amy ni siquiera me prestó atención, parecía más concentrada pensando en quien sabe qué cosa mientras seguía mirando el lugar donde había estado Chace hace un momento.
-ese chico..-articulo más para sí misma que para mi.- Ve a tu siguiente clase, si sales más pronto que yo, espérame junto al auto.-ella ni siquiera me miraba.-ten.-me entrego las llaves.- si pasan más de quince o veinte minutos vete a casa.-la mire confundida, esa actitud no era normal.-tengo algunas cosas que hacer.-agrego, medio sonrió y salió de la sala.
Por un momento me quede allí parada como estúpida, pero luego recordé que si no me apresuraba llegaría tarde a mi siguiente clase, gimnasia, mientras caminaba o más bien casi corría por el pasillo note con sorpresa que la sed de sangre había desaparecido así como así, parecía como si nunca hubiera existido, sin embargo trate de ser precavida y detuve mi respiración. No había necesidad de arriesgarme tan estúpidamente otra vez.
Cuando aparecí corriendo frente a la puerta del gimnasio todos los alumnos se quedaron mirándome, bien supongo que eso ya no se me hacia raro, pero lo que si era extraño, ¿por qué no habían entrado a clases aun?.¿tendría que preguntar?.Maldición. A regañadientes toque la espalda del primer chico que vi. Cuando este se giro y me encontré con unos grandes ojos marrón claro me quede petrificada, el me observo con sorpresa, era.. era..
-¿Eres la chica del parque?.-el chico del parque.. cuál era su nombre..?, ya lo recuerdo, Ian, ¿Por qué demonios de todos los que estaban allí tuve que toparme con él?.-suspire.-Esto.. si.-“se gentil”.-me dijo de repente la misma voz que me había detenido de mirar a Chace en la clase pasada, ¿GENTIL? Bien, no puede ser tan difícil.-Disculpa, eh, porque no ha comenzado la clase aun?.-sonreí, una GRAN y totalmente forzada sonrisa.
-Parece que el profesor no vendrá según informo una profesora,también dijo que vendría en un momento a ver si adelantaban a a la siguiente clase entonces.. Tu nombre era Jess..?
-Bianca.-mis ojos se abrieron como platos. Maldición, tengo que dejar de ser tan bocona.-digo eh,.-piensa, piensa.-Jessica es mi segundo nombre.-Forcé otra sonrisa.
-Oh, entonces tú..
No pudo continuar, la voz de una mujer se impuso ante todos nosotros, sin embargo no le preste atención solo estaba pensando en lo estúpida que fui, tendría que aprender a ser más cuidadosa en un futuro, es que.. ¿quien rayos pensaría que me iba a encontrar con ese chico otra vez y justamente en este instituto?.
De lo único que me entere fue que si nos adelantarían la hora de la siguiente clase, Literatura, la ultima que tendría que soportar durante ese día. Trate de evitar al chico, Ian, metiéndome entre los alumnos en la caminata hacia el aula. Sentí un alivio que casi dolió al darme cuenta de que Rouse también estaba en esa clase, no es que fuéramos amigas, de hecho ni siquiera hablábamos, solo que de alguna manera no sentía que ella fuera como todos esos frívolos y superficiales chicos que estaban a nuestro alrededor, o era eso o que me hacía sentir bien que ella no me mirara como a una exhibición de museo.
La clase paso muy rápido, en cuestión de segundos me vi fuera de ella y caminando hacia el aparcamiento, estuve apoyada en el porche por al menos unos diez minutos hasta que me canse de las miradas y preferí entrar en el auto a esperar, pero solo fue peor, ya que los chicos empezaron a arremolinarse alrededor de el. Di gracias a dios de que los vidrios fueran ahumados y muy, muy oscuros.
Luego de cómo media hora esperando a que todos se largaran decidí que ya debería irme, Amy encontraría alguna manera de regresar seguramente. Empecé a acelerar hacia adelante pero no sé cómo demonios un mustang rosa termino enfrente de mí, por amor a dios ¿ROSA? ¿UN MUSTANG? ¿Qué idiota compraría un auto de ese color?, aunque eso no tenía importancia ahora si no hubiera frenado tan rápido como lo hice probablemente habríamos chocado, de repente el vidrio de la ventana del mustang empezó a descender y una cabellera clara se asomo por ella.
-¡SERAS IDIOTA! ¿QUE NO VISTE QUE VENIA O QUE?.- ¡SI TE HUBIERA VISTO NO ABRIA ACELERADO CHICA INTELIGENTE! tuve ganas de decirle, sin embargo no lo hice solo me limite a tratar de tranquilizarme, bien.. no es su culpa ni tampoco la tuya, todo está bien, nada paso, respira.., sonríe.., ¡listo!, pulse el botón para bajar el vidrio y asome mi cabeza por la ventana.
-Lo siento, pero.-conserva la sonrisa, conserva la sonrisa, no pierdas la conpostura.-podrias mover tu carro de muñecas de mi camino, no puedo pasar.- MALDICION. La idea no era agravar la situación Bianca, bien quizás ella no lo allá escuchado… esa idea desapareció por completo cuando vi su rostro y la furia que demostraban sus ojos.
-Yo.. eh.. mi madre está en el hospital, tuvo un accidente y tengo que ir a verla rápido.- ¿MI MADRE ESTA EN EL HOSPITAL? Demonios, tenía que trabajar mejor sobre como aprender a mentir. Pero casi con sorpresa note que la expresión de Courtney había cambiado, ya no parecía molesta, al menos no tanto.
-solo por esta vez… adelante.- metió retroceso y yo acelere muy rápido para salir de allí.Bien.. Eso habia sido raro.
En todo el camino solo iba pensando en lo absurdo y extraño que había sido mi día y en el giro de 180 grados que había dado mi vida en un abrir y cerrar de ojos. Pensé que no tendría nada más sobre qué preocuparme aparte de cómo enfrentar a mis padres al llegar a casa, sin embargo lo recordé, en todo el día no se me había pasado por la cabeza: Heath, se suponía que tendría que verlo esta tarde. Me quede en blanco. Sin darme cuenta ya había aparcado enfrente de mi casa y había empezado a bajarme del coche.
Entre, y lo primero que quise hacer fue echar a correr escaleras arriba hasta mi habitación, sin embargo sabia bastante bien que no podía hacer eso, empecé a arrastrar los pies hacia la sala de estar que era donde probablemente estarían mis padres, y efectivamente.. así era.
Los dos me miraron al mismo tiempo tan intensa y severamente que sentí que me rompería en pedacitos y quedaría echa polvo en el suelo.
-Lo siento.- fueron las únicas palabras que salieron de mi boca.-Yo..
-Deberíamos sentirlo nosotros cariño.-enterrumpio mi madre.- yo..nosotros…-era un poco extraño hablar con ellos luego de saber lo que eran, de hecho casi se sentía aterrador.
-Lo que Clarise quiere decir.- intervino mi padre.- es que admitimos que nuestra actitud no fue la mejor manejando esta situación, después de todo esto es nuevo para ti y nosotros.. como decirlo te tratamos como a un animal fuera de control.- eso era tan cierto que casi resulto chistoso, casi.
-Yo.. lo entiendo y gracias a que Amy me explico todo eso de ser un mitad vampiro..
-Mitad vampiro?.-preguntaron a la vez con los ojos abiertos como platos.
-Esto.. si, es que..
-Porque tu transformación no está completa?.-pregunto mi padre sorprendido.
-Yo..yo.. no he acabado con la vida de nadie aun.- fue lo único que se me ocurrió decir para explicarlo.
Sus rostros solo expresaban confusión y sorpresa.
-Bianca como es que tu..?
-NO lo sé, Amy me a hecho esa pregunta unas cien veces el día de hoy, y no tengo la respuesta así que por favor, eso de retenerme para no perder el control en el instituto fue un poco cansado así que..
-¿INSTITUTO?.-ups, quizás no debí decir eso.-¿fuiste al instituto?.-inquirió mi padre.-Bianca estuviste en el instituto durante todo el día sin matar a nadie?.- se levanto del mueble, llego velozmente hasta mi y me puso las manos en los hombros.-¿Cómo lo hiciste?, ni siquiera para mí o para tu madre sería fácil.
Mi madre se había quedado blanca, más de lo que ya lo era normalmente.
-solo.. me limite a no respirar.
-sorprendente para una recién convertida no creen?.-Alex apareció en la sala y se sentó tranquilamente en uno de los muebles..- o debería decir medio convertida?.-rio un poco.
-Esta no es una situación graciosa Alex.-le reprendió papa.
-¿Quién está diciendo que lo sea?, solo me parece que es bastante interesante su comportamiento siendo tan nueva en esto, me pregunto que le abra dicho Amy.-me miro fijamente.-Eres consciente de que llegara el momento en el que seas incapaz de contenerte no?.- trague saliva, el tenia razón, pero alargaría ese día lo más que pudiera o almenos tanto como resistiera mi autocontrol.
-Eso no sucederá todavía.- por favor, quien querría parecer una chica de dieciséis años durante toda su vida?.- Alex levanto una ceja.
-Suerte con eso.-se levanto, paso junto a mí y despeino mi cabello, tengo que salir, volveré más tarde.-dicho esto Salió de casa y segundos después se escucho el rugir del motor de su auto.
Suspire.
-Puedo.. ir a mi habitación?.-pregunte insegura de si tendrían que hacerme más preguntas.
Mi padre mi miro por unos segundos y después asintió.
Luego lo recordé.. el asunto de Heath, tendría que al menos decírselos no?. Aunque no de manera tan especifica por supuesto.
-Yo..-ambos me miraron.-tengo que salir dentro de un rato, no creo que sea mucho tiempo, es solo que tengo algo que hacer.- Estuvieron dudosos durante unos momentos, pero luego asintieron, que estaban haciendo? Tratando de probarme o algo así.
Maldición. Subí casi corriendo a mi habitación.
Me lance en mi cama boca abajo y empecé a masajear mis sienes. Saque mi celular de uno de los bolsillos de mi pantalón y vi la hora, tres y treinta, lo que me dejaba menos de dos horas antes de ver nuevamente a Heath, el pánico empezó a apoderarse de mí...
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